El centro de análisis Funcas ha mejorado en seis décimas su previsión de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) español, situándolo en un 2,9% para 2025. No obstante, advierte sobre una desaceleración en los años siguientes, con un crecimiento moderado al 1,9% en 2026 y al 1,7% en 2027. La presentación de estas previsiones fue efectuada por el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Economía Internacional, Raymond Torres, en una rueda de prensa celebrada recientemente.
Revisiones y factores determinantes
Las nuevas proyecciones que maneja Funcas se fundamentan en la revisión reciente de los datos de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE). El centro de análisis señala un crecimiento menos equilibrado entre la demanda interna y externa, así como una «desaceleración» general en la evolución económica del país.
La previsión de crecimiento del PIB para 2025 se ha elevado desde el 2,3% anterior, siendo cinco décimas debido a las revisiones del INE y una décima relacionada con el menor impacto estimado de los aranceles de Estados Unidos. Se estima un crecimiento del 0,6% y del 0,5% para los últimos dos trimestres de este año.
Demanda interna y aportación al PIB
Para el conjunto de 2025, el crecimiento del PIB será impulsado exclusivamente por la demanda interna, cuya contribución ascenderá a 3,1 puntos. Dentro de este contexto, la inversión adquiere un papel preponderante, mientras que el consumo privado se mantiene estable en relación con las proyecciones anteriores y el consumo público experimentará una moderación.
El ciclo expansivo de la inversión en construcción se consolida en los sectores residencial y de «otras construcciones», como infraestructuras y otros proyectos impulsados por las administraciones. Asimismo, se espera que los fondos europeos se vean reflejados en la inversión en bienes de equipo.
Perspectivas para 2026 y más allá
Mirando hacia 2026, Funcas ha elevado sus expectativas para el crecimiento económico en tres décimas, pasando del 1,6% al 1,9%, debido al mayor efecto de arrastre procedente de 2025. Esta estimación incluyó crecimientos intertrimestrales del PIB del 0,4% durante todo el año.
A pesar de ello, Funcas enfatiza que la economía española continúa mostrando un crecimiento superior a la media europea. Sin embargo, hay señales de desaceleración relacionada con el consumo público, el turismo y las importaciones, mientras que la inversión en construcción está en aumento.
Inflación y empleo en el horizonte
Funcas estima que la inflación se mantendrá alrededor del 2,5% durante este año, impulsada por la presión de los precios de alimentos y servicios. La apreciación del euro y la estabilidad de los precios energéticos reducirán la inflación importada en los próximos trimestres, sugiriendo que en 2026 el IPC podría converger hacia el objetivo del Banco Central Europeo (2%) y permanecer en niveles similares en el año siguiente.
En cuanto al empleo, se proyecta la creación de aproximadamente 550.000 empleos netos hasta finales de 2027, lo que permitiría que la tasa de desempleo descienda al 9,2%, el mejor resultado desde 2007.
Desafíos en la inversión y el sector vivienda
Funcas señala que el débil desempeño de la inversión empresarial puede restringir la productividad. La inversión empresarial se espera que crezca este año y en los dos siguientes, aunque solo alcanzará los niveles prepandemia en términos reales a partir del año próximo. Raymond Torres advirtió sobre la necesidad de crecimiento en relación con las necesidades de la economía española.
Otro reto significativo es la crisis de viviendas, aunque se observa una recuperación en la inversión en construcción; Funcas mantiene una visión «relativamente optimista» al prever un crecimiento del 4,1% este año, del 4,4% el año siguiente y del 3% en 2027. Sin embargo, esta reactivación es aún insuficiente para cerrar la brecha habitacional, estimada en medio millón de viviendas, y no comenzará a reducirse hasta 2026.
La deuda pública y el déficit
Funcas prevé que la reducción de desequilibrios presupuestarios será más lenta que en años anteriores, con un déficit público estimado del 2,8% del PIB para 2025, bajando al 2,7% en 2026 y al 2,6% en 2027. En cuanto a la deuda pública, se espera que baje del 100% ya este año (99%) y se reduzca al 98,2% y 97,5% en 2026 y 2027, respectivamente, alcanzando niveles similares a los de 2019, antes de la pandemia.
Riesgos en la previsión económica
Finalmente, Funcas reconoce los riesgos asociados a la previsión económica. Existe un riesgo potencial de alza relacionado con la evolución de la población activa y el comportamiento del consumo de los hogares. Se anticipa que la entrada de extranjeros puede ser más intensa de lo previsto, lo que podría estimular el consumo y la actividad en sectores con mayor demanda laboral. Sin embargo, también subsiste incertidumbre sobre la sostenibilidad de la actual tasa de ahorro, estimada en torno al 11,5%, bastante por encima de los niveles considerados normales en años previos.
Los riesgos a la baja incluyen el impacto de la política económica de Estados Unidos y las fluctuaciones geopolíticas relacionadas con el comercio internacional.
