Redacción
MADRID, 8 de octubre de 2025 (EUROPA PRESS) – La onza de oro troy, considerado un activo refugio por excelencia, ha superado por primera vez el umbral de los 4.000 dólares, alcanzando así nuevos máximos históricos. Este aumento se debe a la incertidumbre relacionada con el cierre de la Administración de Estados Unidos y el impacto potencial en los tipos de interés del país norteamericano, así como a la tensión geopolítica actual.
Concretamente, el precio del oro al contado llegó a alcanzar un máximo intradía de 4.037,02 dólares, según datos de CNBC, lo que implica una revalorización del 1,3% respecto al cierre anterior. De este modo, el ‘rally’ del metal dorado en lo que va del año supera el 53%, incluyendo un aumento del 34% desde que, el pasado 14 de marzo, la onza de oro superó por primera vez la barrera de los 3.000 dólares.
ING Research señala que el oro ha duplicado su valor en menos de dos años, impulsado por las compras de los bancos centrales en un intento de diversificarse más allá del dólar estadounidense, así como por la agresiva política comercial del expresidente Donald Trump y los conflictos en Oriente Medio y Ucrania.
Ewa Manthey, estratega de materias primas de la firma, añade que el cierre del Gobierno de EE.UU. ha retrasado la publicación de datos clave sobre el empleo, lo que agrava aún más la incertidumbre económica, mientras que el banco central enfrenta desafíos para tomar decisiones de política monetaria.
A pesar de esta situación, los mercados anticipan un recorte de tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de un cuarto de punto este mes, lo que podría beneficiar aún más al oro, dado que este activo no genera intereses. La incertidumbre política y las crecientes expectativas de flexibilización de la Fed mantienen fuerte la demanda de activos refugio.
De cara al futuro, manteniendo una perspectiva optimista, la experta apunta que los bancos centrales continúan comprando oro, después de que el Banco Popular de China extendiera su racha de compras en septiembre por undécimo mes consecutivo, a pesar de los precios récord. Por otro lado, la guerra comercial impulsada por Trump sigue en curso, los riesgos geopolíticos se mantienen elevados y las tenencias de fondos cotizados en bolsa (ETF) siguen aumentando. Todo esto sugiere que el oro podría tener aún un amplio margen de crecimiento.
